La adolescencia es un momento evolutivo de incertidumbre en el que queda un vacío en el lugar del “Otro” que hasta entonces lo ocupaban los padres. Esta descalificación-separación de los padres es un momento estructurante de oportunidad para reelaborar conflictos y reconducirlos, pero deja al adolescente expuesto a ciertos riesgos. Es un momento en el que aparecen grandes debates y controversias: la amistad, la solidaridad, la justicia, la economía… Activadores y motivadores del presente y del futuro del adolescente. Y las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) articulándose entre todos estos grandes temas.
Hemos de aprovechar este momento para debatir, discutir, exponer argumentos, repetirlos, ellos los necesitan para construir sus propias opiniones y poderlas defender y repetir ante sus iguales y ante situaciones en las que ya no estaremos (las drogas, el alcohol, el delinquir, el sexo, etc.), pues es momento de descubrir, experimentar y transgredir.
No debemos olvidar poner límites, necesitan poder cuestionarlos y transgredirlos. Dicha transgresión tiene que ver con autoafirmarse, adquirir la propia identidad en separación/diferenciación de los padres. A la vez, en momentos, también poder ser flexibles, escuchar, llegar a acuerdos. Aunque no lo parezca, les importa mucho qué piensan sus padres de ellos. No hay que menospreciar sus opiniones aunque nos parezcan un sin sentido, es fundamental el respeto.
Su replanteo de valores, la mirada del niño hacia fuera, la reedición de conflictos que habían quedado mas o menos latentes y que ahora van a surgir con mayor fuerza también les sitúa en un momento de mayor fragilidad. Tres aspectos clave de esta etapa evolutiva son:
- Se trata de un momento de inhibiciones y/o acting-out (actuar el miedo y la angustia).
- Es el umbral de entrada en la vida adulta y un momento privilegiado de la eclosión de las neurosis.
- Es un momento crucial del despertar de las psicosis.
Nuestra actualidad está determinada por la ciencia, el discurso capitalista y la tecnología. Ya desde el nacimiento se utilizan las nuevas tecnologías, la constitución de la identidad de los jóvenes pasa por la red. El conflicto surge cuando se da un desajuste entre la “madurez” del adolescente y la información que consume.
Internet es un acelerador-potenciador de peculiaridades, tanto las positivas como las negativas. Vivimos una paradoja en la que jóvenes que dominan la tecnología son personas infantilizadas y poco maduras. Los hijos saben más que los padres, por lo que a los padres se les hace muy difícil de gestionar.
Me he permitido, pues, diferenciar tres grandes momentos de riesgo consecuencia de los cambios introducidos por el acceso a Internet en nuestros adolescentes:
- La sexualidad. El acceso a la información ,cómo son introducidos a la sexualidad i como se representa el sexo.
- Las Redes Sociales( Facebook, twitter, instagram…).
- Otros servicios (juegos en red, correo electrónico, audio, música, videojuegos…).
Sexualidad
Internet ha tenido un papel clave en el cambio de cómo son introducidos en la sexualidad, el acceso a la información y como se representa el sexo. La tarea compleja para la sexuación consiste en:
- La relación con la propia corporalidad, el surgimiento de la genitalidad y del deseo sexual.
- Asumir una identidad de género.
- La relación con el otro o el mismo sexo y la elección o hallazgo del objeto de amor.
Las vivencias sexuales en la adolescencia han cambiado mucho en los últimos años. La edad de la primera relación sexual ha caído significativamente y el orden en el avance hacia la relación sexual también ha cambiado. Actualmente la información y la experiencia se inicia mediante exploraciones en internet antes que en vivencias interpersonales . Las búsquedas en Geoogle producen representaciones gráficas y los chats ofrecen las vivencias de desconocidos.
Parece que a los adolescentes les preocupa y ocupa mucho el prepararse técnicamente. Todos los que tienen móviles ya tienen acceso a esta información. Tener acceso a edades tempranas a algunos contenidos puede provocar disfunciones en el buen desarrollo de la sexualidad. Actualmente es ya un motivo de consulta en el que la angustia y el sufrimiento tanto de los padres como de los niños es enorme.
Sólo buscando en Google ya pueden aparecer imágenes que provocan “emoción-shock” en donde no se metaboliza el sentimiento (emoción del orden del exhibicionismo). Frente a lo deseable, la emoción-contemplación que se puede transformar en sentimiento. Ante las dificultades en las relaciones íntimas donde se hace difícil un trabajo de sensibilidad aparece el refugio en la excitabilidad.
No es tarea nada fácil para los padres una educación en la sexualidad, sensualidad y afectividad a la vez que establecer un control parental del acceso a internet.
Las Redes Sociales
Las Redes Sociales (Facebook, twitter, instagram…. ) y otros servicios como los juegos en red, nos acercan a tres tipos de actitudes y/o conductas que nos pueden llevar a un padecimiento psíquico :
- Una obsesión por el consumo de entretenimiento
- La tendencia hacia un aislamiento ( individualismo mal entendido )
- La producción de realidades verdadero-falso. El deseo de ser otra persona o tener otra vida nos puede llevar a construir una vida paralela.
El niño necesita sentirse aceptado y querido por el otro, cuando nacemos es el núcleo familiar, y vamos ampliando, la familia extensa, los amigos… Es en el acercamiento a la adolescencia cuando las redes sociales van a permitir al niño inscribirse en el lazo social. También van a necesitar sentirse queridos y aceptados a través de la red. En esta búsqueda de la aceptación del otro, y como hemos explicado anteriormente, la necesidad del adolescente de descubrir, experimentar y transgredir sitúa al niño en posición de riesgo.
3 puntos a supervisar para los padres:
- ¿Qué cuelgan en internet? Hemos de estar atentos a lo que actualmente llamamos “extimidad” (exteriorización de la intimidad). ¿Hasta donde llega el niño buscando likes? Los propios amigos pueden poner límites fácilmente, validar o no algo que el otro expone, para bien o para mal.
- ¿Para quien lo cuelgan? Es otro momento de riesgo, la interactividad. El tener contacto con otros internautas sin poder saber quién realmente está detrás de esa identidad.
- ¿Cuánto tiempo dedican a ello? Se convierte también en un entretenimiento que hay que poder controlar respecto al tiempo dedicado.
Otros servicios (audio, música, videojuegos, email…)
Són los entretenimientos por excelencia. Han propiciado la comunicación y que la cultura llegue a todos los rincones del mundo. Vemos poblaciones de todo el mundo, incluso con pocos recursos, que tienen acceso a internet, ¡qué revolución!
Esto es fantástico pero también tiene otra mirada: actualmente existe una obsesión por generar entretenimiento. Algo nos dice de nuestra sociedad.
Las técnicas más avanzadas, como el neuromarketing, están también al servicio de seducir a nuestros niños/adolescentes y atraparlos en sus juegos.
- Estos juegos pueden desarrollar capacidades pero también obsesionar y crear dependencias.
- Hay facilidad para generar identidades falsas y paralelas. El riesgo no está únicamente en la persona con la que interactúan sino también en ellos mismos.
- Son frecuentes los juegos en que se trata de crear una identidad falsa, con amigos, trabajo, etc. Estos juegos pueden generar en los niños/adolescentes dificultad en diferenciar el mundo virtual del real.
Las circunstancias socio-económicas actuales lo están favoreciendo. Entre otras cosas el ideal de autonomía para los jóvenes se encuentra contradicho por la realidad (les resulta muy difícil encontrar trabajo). Los niños no quieren crecer, ser adulto es un lugar para el padecimiento psíquico. Esto puede llevar a un aislamiento y refugio en la red, como sucede con los Hikokimori, o la aparición de personalidades paralelas. En la consulta hace tiempo que aparecen demandas de este tipo de niños y jóvenes.
Los juegos en red pueden facilitar amistades pero la gran mayoría de las veces no se pasan a la realidad. Es frecuente contactar con personas de otros países con lo que para poder jugar con ellos empiezan a coger hábitos inadecuados respecto a los horarios, muy interferidores de su cotidianidad, como conectarse en la madrugada por lo que al día siguiente no pueden cumplir con sus responsabilidades.
Los padres deberían supervisar a qué dedican su tiempo, con quien lo comparten y qué tipos de juegos les gustan. La mejor receta: interesarse por lo que a ellos les interesa.